El desgarrador testimonio de Giselle Álvarez, atleta chilena que acusó a su padrastro de abuso sexual
Giselle Álvarez utilizó sus redes sociales para relatar un traumático episodio que marcó su infancia y que decidió sacar a la luz pública.
La atleta chilena Giselle Álvarez impactó a todo el mundo del deporte luego de un traumático relato que decidió compartir a través de sus redes sociales, donde denunció haber sido víctima de abuso sexual por parte de su padrastro.
La deportista que representó a nuestro país en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023, confesó que desde los ocho años hasta los 12 sufrió de estos episodios de abuso y que lamentablemente no con el apoyo de sus padres biológicos.
"Una de mis grandes luchas en mi vida ha sido superarlo, quitarme su pesada carga, borrar los recuerdos que me ligan a su miserable vida (…) Aún no cumplía los 9 años cuando comenzó a abusar sexualmente de mí. Él me violaba, tenía sexo conmigo como si yo fuera una pareja de su edad, casi siempre fue en la misma habitación y cama donde dormía con mi madre. Un psicópata que eligió de pareja, que quiero suponer que lo desconocía", comenzó escribiendo.
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El dramático testimonio de Giselle Álvarez
Enseguida puntualizó que "a raíz de la investigación, las declaraciones de los testigos y del victimario, se determinó que los hechos eran constitutivos como delitos de abuso sexual de menor y violación de menor. Sin embargo, por el tiempo transcurrido desde que sucedió todo, los delitos quedaron prescritos, por tanto no hubo pena ni sanción".
En cuanto a su padrastro, detalló que "seguirá libre, trabajando en la Armada de Chile en la ciudad de Puerto Montt, constituyendo siempre un riesgo para cualquier menor de edad que tenga la desdicha de relacionarse con él. Y por esto, de lo único que me arrepiento es de no haber tenido el valor de denunciar antes, para que sus delitos no quedaran impunes".
Asimismo mencionó la figura de Erika Olivera como su gran referente, quien en 2016 denunció una situación muy similar a la de Giselle Álvarez. "El ejemplo más grande que recibí de ella (Erika) fue cuando contó su historia como víctima de abuso. Ese hecho, sumado a los relatos de las gimnastas de Estados Unidos, me ayudaron a tomar el valor de enfrentar mi propio drama", declaró.
"No hay nada más triste que sentir que las personas llamadas a protegerte, aquellos que son de tu propia sangre, tu familia, no velen por tu seguridad, que en situaciones tan brutales no estén tus padres. Que tu propia madre te dé la espalda por proteger a tu pareja, que tu padre biológico que te abandonó de niña, cuando se entera de lo que le pasó a su hija a los 8 años, no se inmute", agregó la joven.
Finalmente, la atleta nacional hizo un llamado a todas esas víctimas de abuso sexual que todavía no se atreven a romper el silencio y denunciar a sus agresores: "Lo hago como una forma de hacer justicia moral por los hechos que sufrí, pero también como un testimonio que busca servir de ejemplo para aquellas víctimas que aún guardan y arrastran su dolor en el silencio de su interior", concluyó.
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