Se retiró, encontró club por Instagram y ahora es uno de los máximos goleadores chilenos en el extranjero: “Me sentía viejo con 25 años"

En conversación con Deportes 13, el delantero chileno que dejó el país para romper redes en la Primera División de El Salvador cuenta parte de su compleja travesía en el fútbol profesional.

A casi seis mil kilómetros de Chile hay un delantero que rompe redes y vive el mejor momento de su carrera. Se trata de Sebastián Julio, ariete nacional de 26 años, que dejó el país en busca de una nueva oportunidad en el fútbol y ahora brilla en la Primera División de El Salvador con la camiseta del Club Deportivo Luis Ángel Firpo.

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El viñamarino hizo un extenso recorrido en la Segunda División Profesional, defendiendo los colores de algunos clubes como Deportes Santa Cruz, Fernández Vial y Deportes Iberia. Sin embargo, las restricciones de edad y los bajos sueldos lo llevaron a colgar los botines en 2022. 

Ahora, Sebastián Julio lleva 15 goles en 2023 y es uno de los máximos anotadores chilenos en el extranjero. En conversación con Deportes 13, ‘Tatan’ cuenta cómo le dobló la mano al destino gracias a una búsqueda por redes sociales. 

-¿Cómo se dio esta posibilidad de partir a El Salvador? 

-En Segunda División se complica la cosa por el tema de las restricciones de edad. La única opción que tenía ese año era Iberia y me habían ofrecido re poca plata, pero tomé la oportunidad igual y duré como tres meses. La plata no me alcanzaba para nada y estaba lejos de mi casa, así que me retiré del fútbol. Ahí me devolví a la casa de mi mamá en Viña del Mar y empecé a trabajar en otras cosas. A los cinco meses me dieron ganas de volver a jugar. Me puse a buscar opciones y encontré en Instagram a un representante que buscaba jugadores y me ayudó. Le mandé videos, estadísticas y a los dos meses salió la opción de El Salvador. Ya no estaba trabajando y tenía ganas de jugar, así que no me costó tomar la decisión. 

-¿Fue muy difícil la adaptación?

-Yo no he vivido nada tan extremista. Lo encuentro todo súper seguro. Me mantengo entrenando y paso en la casa o voy al supermercado, todo bien sencillo. Si alguien anda en cosas malas, la justicia es bastante estricta, pero llevo una vida bastante parecida a la de Chile. Usulután es un pueblo bien antiguo y no hay muchas cosas para el entretenimiento.

-Junto a su pareja fueron padres en un país casi desconocido…

-Cuando surgió la opción de renovar mi contrato todo fue muy rápido, mi pareja ya tenía casi nueve meses. Nos vinimos y a las dos semanas dio a luz. La experiencia fue horrible. Mi hijito nació prematuro. Nos dijeron acá que cuando los bebés son prematuros podíamos llevarlo a un hospital, sin pagar particular. Hicimos eso y el parto fue todo muy natural. Mi esposa no tuvo anestesia, casi sin monitoreo. Las enfermeras le daban poca atención. Me dijeron que cuando viera la cabeza del bebé les avisara. Estuvimos nueve horas en el trabajo de parto y fue una experiencia muy mala. A mi pareja le afectó bastante, la vi sufrir. 

-¿Con qué tipo de fútbol se encontró en El Salvador?

-Antes no sabía nada, cuando salió la opción me puse a buscar información sobre la liga y el club al que venía. El factor más determinante acá es el calor. Es húmedo, sobre 33 grados todos los partidos. Entonces aclimatarse es lo complejo. Al comienzo jugaba 15 minutos y no daba más. El fútbol igual es un poco diferente porque algunas canchas son bastante malas. Tengo compañeros de muy buen pie, pero el terreno no nos deja hacer ese juego. Se juega bastante al pelotazo, harto choque. 

-Es uno de los máximos goleadores de la Primera División de El Salvador…

-Me siento muy bien. Tengo harta confianza en lo que vengo haciendo. Me pasaron cosas a lo largo de mi carrera y no supe manejarlas de buena forma por la ansiedad y la falta de madurez. Ahora me siento bien, me están saliendo los goles. Estoy muy agradecido por el momento que estoy viviendo. Es un premio al esfuerzo que he hecho por años, yéndome lejos de la casa, nunca diciendo que no. Cuando ya todo se veía más perdido, apareció esta opción y pude aprovecharla. Ahora tengo estabilidad con mi familia.

-¿Cuáles son sus próximos objetivos como profesional? 

-Tengo contrato hasta mayo. Si me llega una opción buena a fin de año me gustaría poder salir a países cercanos como México, Costa Rica o Guatemala. Tienen mejores condiciones y mayor infraestructura. El objetivo ahora es terminar bien el año. Si me mantengo haciendo goles creo que pueden llegar mejores oportunidades.

-¿Se siente valorado en El Salvador?

-Al principio fue difícil. Me vine el torneo pasado e hice un gol en toda una rueda. Estábamos últimos en la tabla acumulada, nos pifiaba la hinchada y a mí me mataban por no hacer goles. Al final pude revertir esa situación, me he ganado el respeto y el cariño por la entrega que pongo en la cancha y los goles.

-¿Mantiene la ilusión de llegar a la Roja?

-Sin dudas. Años atrás se me había hecho más esquivo el poder pensar en algo como esto. En Chile no es tan fácil jugar por algunas restricciones que hay, pero siempre está esa ilusión. Si de acá doy el salto a otro equipo más reconocido o alguna liga más importante y sigo haciendo goles, esa opción puede llegar. Me siento totalmente preparado, estamos trabajando para llegar lo más alto posible.

La crítica de Sebastián Julio: "En Chile le acortan la carrera al futbolista"

-¿Cree que en el fútbol chileno se dan pocas oportunidades?

-Tengo una cantidad de amigos buenísimos que por diferentes motivos no han podido llegar, ya sea por las oportunidades del club o las restricciones de edad. Eso es algo que condiciona mucho y no favorece en nada. En Chile se desperdicia bastante talento con normas que no tienen sentido. Le acortan la carrera al futbolista. Uno va llegando a los 22 o 23 años y se empieza a angustiar. La presión te come y ya piensas en dedicarte a otra cosa. Se complica bastante la cosa. Por eso no sé si me gustaría volver a Chile a jugar. Me sentía viejo con 25 años, no tenía opción de ir a ningún lado, mientras que acá en El Salvador me encontraban un jugador joven, con mucho por crecer. 

-¿Qué consejo le daría a los futbolistas que hoy militan en Segunda División?

-Algo fundamental y que siempre se me ha destacado es la perseverancia. Yo también tuve años horribles en los que me quise retirar, pero si uno tiene un sueño hay que luchar hasta el final. Si hay que irse lejos, hay que hacerlo. Si te ofrecen poca plata, hay que intentarlo igual. El que tiene ganas de jugar, va a encontrar la forma de hacerlo. Hay que ser perseverante y enfocado para lograr los objetivos. 

-¿Tiene alguna deuda pendiente en el fútbol?

-Todavía tengo mucho por demostrar. Cuando estaba en Chile jugando en Segunda nadie me conocía, mi nombre no sonaba en ningún lado. Ahora estoy haciendo algo de ruido. Quiero ser campeón acá y si me toca ir a un lugar mejor, voy a seguir esforzándome para dar la talla.